Debido al nacimiento de algunas redes sociales y a la incorporación de unas actualizaciones de otras, los contenidos se generan y consumen cada vez más rápido. Entre todos los dispositivos electrónicos al que le hacemos más caso es el Smartphone. Según AIMC (asociación para la investigación de Medios de Comunicación) el 92,1% de las personas que tiene un Smartphone accede a internet a través de ello. Esto, quiere decir que el teléfono móvil es el accesorio con el que más accedemos a internet ya que es el aparato que más está pegado a nuestro cuerpo y siempre a disposición. Con el pasar de los años el Smartphone ha evolucionado tecnológicamente convirtiéndose casi igual a un ordenador. Además, también las notificaciones nos invitan a tomar el móvil siempre en la mano o para cubrir distintas necesidades como por ejemplo de ocio, informativas etc.

La mayoría de las acciones se cumplen en las redes sociales y por tanto muchas empresas se implantan en estas generando contenido. Año tras año aumenta cada vez más el contenido por tanto se ha generado la necesidad de crear contenido siempre más condensado porqué las personas no se paran por mucho tiempo en un post pero quiere ver mucho contenido y de forma rápida. Por tanto nace la necesidad del fast content, es decir, crear un contenido rápido y que lleve toda la información que se quiere comunicar a través del mensaje para un usuario cada vez más rápido.

El principal reto que hay en el fast content es la combinación entre la calidad y la rapidez. Este reto tienen que enfrentarlo tanto los consumidores como los creadores ya que hay que intentar de destacarse de la competencia creando así algo diferente. ¿Cuáles son las calidades necesarias para cumplir esto? La creatividad y la capacidad de síntesis combinadas entre ellas.